martes, 30 de septiembre de 2008

Outono: pechando ciclos




Cuando te encuentras cabalgando un caballo muerto, es hora de que te bajes de él.

Indios Dakota

Estos días de outono estou sentindo a miña dificultade para pechar ciclos, para decir adiós, para deixar partir. Para darme unha axudiña estou lendo un libro "Cerrando los ciclos vitales" que comparto con vos.

Ninguén nos pode robar as vivenzas, as lembranzas...., nin podemos renunciar a elas, nin invalidalas....así que millor guardalos....Se lles damos a espalda, teremos que vivir con medo, desconfianza e desesperanza....
O fracaso nunha relación é non querer reconocer o seu final e insitir en seguir con mesmo vínculo. Quedarnos esperando a recoller os froitos dun arbol morto e perder a posibilidade de sementar outros.
Pechar un ciclo significa pararse, evaluar, recoñecer a influenza do pasado, identificar os patrons e tendencias que non nos serven, rescatar o que nos serve e cambiar a perspetiva de nos e dos demais, dos feitos e das situacións: Reescribir a historia, e solo resultará si o facemos da man da compasión por nos mesm@s. Non é sentir lástima, nen xustificar nada...Trátase de mirarnos con dignidade e amor: Observarnos dende outras perspetivas. Investigarnos a nos mesm@s e apoiarnos nos aprendizaxes que nos axudarán a vivir mellor.
Pechar un ciclo pode significar abrir o noso libro de vida en busca de fortalezas, estratexias, posibilidades e tendencias. Tamén significa recuperar os nosos aspectos oscuros ou excluídos e abrazalos recoñecendo que cada un ten unha función na búsqueda do amor, a pesar de ser inadecuado ou inútil.


Trato de deixar partir. Doe. Sei que teño que chorar e trato de evitalo...Moitas veces penso que teño moitas despedidas que chorar, que unha se xunta coa outra e por eso non quero empezar ou seguir....(paréceme que levo anos de duelo, e supoño que é asi: cada día é un duelo). Quédome con eso: mirarnos con dignidade e amor. Pode que ao final, polo moito que me custan e me doen, acabe "especializándome" en duelos, e poda compartir e acompañar a outras persoas a reeditar a súa historia.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Indios Dakota, que sabias palabras, y que difíciles de utilizar…
Muy duro el sentimiento del adiós, pero nada mejor que el otoño para cerrar un ciclo. Posiblemente es la estación que mejor nos enseña cómo debemos cerrar ciclos, todo lo que nos rodea cierra ciclos, la melancolía de lo que nos queda atrás y la espernza de lo nuevo.
Árboles y arbustos cambian de color indicándonos que llegó el momento de dejar caer sus hojas, de dejar atrás lo usado, lo gastado, lo ahora inútil, lo que en el pasado nos fue tan imprescindible, tan importante, tan necesario, tan amado. Pues efectivamente, como en la fotosíntesis, hemos recibido energía y la hemos transformado y utilizado, y debemos agradecer lo recibido y no olvidar de donde vino y por qué vino.
Pero cuando la energía se acaba, debemos ser árboles, debemos desprendernos de las hojas viejas y procurar nuevos retoños, retoños ocultos, casi invisibles, pero que están ahí, esperando su oportunidad, y tener presente que esas hojas viejas han sido parte de nuestra vida y van a ser parte del humus que fortalezca nuestro futuro.

Muy bueno el post Gelu, hace reflexionar, ¡y mucho!..., ¡oye!… cuando te decidas a ofrecer tus servicios como reeditora de historias, avisa, necesitarás unos cuantos pinches, pues se te va a acumular el trabajo…
Besazos Gelu…

Rocio Ramos Morrison dijo...

me he emocionado con tu post, con la música y con el comentario de marcos (me encanto la imagen del humus).
me inspira muchas cosas, tu sabes, recién vividos "dejares ir" tan intensos. Solo puedo animarte a que dejes que el rio te bañe, a vivir esa "muerte" con total presencia..si,claro, vendrán otras de visita, viejas, y asustan, pero , tu sabes, si permaneces allí, y respiras, tienes la posibilidad de cerrar esta y, ademas, las perdidas pasadas. Eres maravillosa y mereces (y ademas se que puedes) vivir plenamente en tu presente. Vales mucho guapa, confía que algo mejor vendrá. te quiero

Anxeles Ramos Vázquez dijo...

Ahora me has emocionado tú a mi. Gracias linda, no sabes como me acarician tus palabras. Me emociono al sentir mi necesidad de cariño. Y me emociono al sentir tu apoyo, que confías en mi. Yo también te quiero mucho Chío, y te echo de menos, me haces falta más cerquita. Mucha fuerza con esos proyectos, yo también sé que puedes.
Y por cierto, cuándo vienes a Galicia?
Bicassos.